Lo Nuevo de Dios es Ahora

¿A cuántos les encanta las cosas nuevas? ¿Quién no disfruta de las sensaciones y emociones que produce algo nuevo? Nos encanta el olor de un carro nuevo, de unos muebles nuevos o una casa nueva. El ojo encuentra placer cuando ve cosas nuevas y bien hechas, ¡lo nuevo es algo que a todos nos gusta! Pero todos sabemos que en este mundo generalmente lo nuevo está ligado al factor dinero y quizá en este año hemos vivido tiempos muy difíciles donde parece que esas sensaciones y emociones que nos produce algo nuevo, han ido desapareciendo. Quizá te has quedado sin trabajo, las finanzas han decaído y te has encontrado en una frustración y desesperanza; hacer lo que antes hacías probablemente ya no es posible. 
¡Pero hay una buena noticia en medio de todo! Si, para aquellos que conocemos al buen Padre Dios hay acceso a lo nuevo TODOS los días, porque lo nuevo de Dios no depende de una pandemia o de una situación, no depende de un reino humano sino del reino de los cielos, y en el reino de los cielos hay algo establecido para ti y para mi que dice:

“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”. Lamentaciones 3:22-23 RVR

En el reino de los cielos, que está por encima de este reino terrenal, ¡cada mañana tenemos acceso a lo nuevo! No depende del cheque, del trabajo o de alguna persona. Depende de lo que ya está establecido, y antes de pensar en buscar y sentir esa emoción o sensación que produce lo nuevo que vemos con nuestros ojos, ¿por qué no pensar en buscar ese olor, pensamiento (o como tú lo concibas) de parte de Dios cada día? Por ejemplo, si estás leyendo este blog es porque hoy Dios renovó Sus misericordias y sin importar por lo que estés pasando, te dio el privilegio de tener un día más de vida; miles de personas hoy ya no están, pero tu tienes un día más, una oportunidad más, no tuviste que pagar por ello, o quizá ni siquiera anhelaste el regalo de la vida, pero Dios por Su gracia (regalo inmerecido) te dio un nuevo día y también esa misericordia es nueva ahora. Si ayer caíste, si quizá viviste una situación que no la contarías a nadie porque te avergonzaría, quiero decirte que lo nuevo de Dios es para ti, El tiene misericordia para ti hoy, y eso no significa de ningún modo que juguemos con Su gracia, al contrario, como se escribe en la epístola a los Hebreos:
 
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”. Hebreos 4:16 RVR

El oportuno socorro inicialmente no viene de un abogado o de un médico o un consejero, viene del trono de la gracia sin importar el día, la hora o la situación, porque viene directamente de un Dios TODOPODEROSO que te ama infinitamente y está esperando que te acerques para que El transforme esa situación.
Muchos de nosotros queremos deshacernos de lo viejo pero no podemos, quizá llevas toda una vida luchando con hábitos destructivos: un mal carácter, un vicio y te sientes fracasado, quizá dices: “no puedo cambiar,” piensas: “soy un drogadicto, un alcohólico, un enojado, un mentiroso. He tratado de cambiar pero no puedo,”  y crees que lo nuevo no es para ti. Pero cuando te acercas al trono de la gracia, lo poderoso y milagroso es que recibes un intercambio. Tú te acercas, Dios no te juzga. Dios no se aterra por tus pecados y errores; al contrario, El te abraza con todo Su amor y con ese poder de Su amor y gracia te comienza a limpiar y cuando menos te das cuenta, comienzas a ser transformado a través del poder de Su palabra. Te invito a que a través de este corto escrito que acabas de leer, puedas entregar tu vida al Señor si no lo has hecho, y si necesitas algo nuevo en tu vida, no solamente lo físico, económico (que también Dios te lo puede proveer), pero en tu alma, en tu corazón o en tu carácter, pídelo a Dios y comienza a caminar comprendiendo que ¡lo nuevo de Dios es ahora!